Con palabras de madre, con el corazón y mirándome a los ojos, así se expreso Ana: «Cuando seas Intendente; no cambies Pablo, no cambies tu forma de ser, no cambies tu forma de relacionarte con la gente, seguí recibiéndonos y escuchando como lo haces ahora»
Entiendo la preocupación de Ana, entiendo su temor y agradezco su sinceridad. Sus palabras me llegaron fuertemente, pero por supuesto que no voy a cambiar; es mi forma de ser, así me educaron, así me conduzco en la vida y así hago política junto a mi equipo, charlando con los vecinos, cara a cara.
Y así lo hicimos en la casa de Osvaldo, que gentilmente nos abrió las puertas de su casa, donde junto a sus vecinos nos contaron sobre las problemáticas y deseos para su barrio y para Junín.