Hace años que venimos recorriendo toda la ciudad y nuestros pueblos. Charlamos con todos los vecinos sin importar la ubicación geográfica de su vivienda, ni su condición; los visitamos, los escuchamos y conocemos su realidad.
Algo que nos llama mucho la atención de los últimos años, es el crecimiento desordenado y sin planificación de la ciudad, situación que lleva a muchas familias a la creación de asentamientos, viviendo así en extrema marginalidad. Esto también es Junín, nuestro Junín!
¿Te parece que estoy exagerando? Te invito a que recorras a modo de ejemplo, los barrios Ricardo Rojas, Progreso, La Vaca, entre otros tantos. Están marginados y carentes de todo. Es la realidad que nos toca vivir, la realidad que tendremos que resolver y mejorar cuando seamos gobierno. Realidad que quizás muchos prefieran tapar..
Los vecinos del barrio Ricardo Rojas nos cuentan, mate de por medio, que están abandonados, que no hay presencia de asistentes sociales y que solo se acuerdan de ellos, en el momento de las elecciones. Se sienten usados, menospreciados y se asombran cuando les hablo con la verdad, mirándolos a los ojos, tratándolos de igual a igual.
Hay mucho por hacer, mucho por resolver, mucho para poder lograr una verdadera inclusión social, trabajando con asistentes sociales, con un verdadero seguimiento de las familias, enseñando oficios, educación, incentivando los deportes, la cultura, con claros programas y recursos de estado y con un trabajo mancomunado con las distintas instituciones intermedias; clubes barriales, iglesias, sociedades de fomento y diversas ong, sin clientelismo y con verdadera presencia estatal.
El resultado no será inmediato, pero se puede y yo quiero hacerlo, si vos me acompañas..