Ellos saben que están marginados. Ellos sienten la exclusión, la notan cada día, al pedir trabajo y ver las reacciones al decir donde viven.
Pero ellos quieren ser parte, quieren tener algo propio; pagar por los servicios que reciben, trabajar y esforzarse para lograrlo.
Solo necesitan la presencia de un Intendente que este dispuesto a incluirlos, que contemple a su barrio dentro del plan de obras, que sus calles estén iluminadas, y que el barrio La Vaca deje de ser sinónimo de exclusión.