La rutina diaria nos lleva a olvidarnos de los mejores momentos que disfrutamos cuando éramos chicos.
Esta semana entre los recorridos de un barrio a otro tuve la oportunidad de disfrutar de un picado (en el barrio El Progreso) que me hizo recordar viejas épocas.
Estamos trabajando en los barrios para que los niños tengan la ciudad que todos nos imaginamos.